lunes, 5 de marzo de 2012

Ocho días o... ¿más?



Ayer por la mañana mientras estábamos en el Etxetxu, un vecino de la calle Calleja nos dice: "Desde mi casa hasta aquí he contado once cagadas de perro", desde su casa hasta el Etxetxu no hay más de 25 metros. El problema de los dueños de perros que pasan de cuidarlos y de recoger sus cacas es cada día más grave, no solo en las callejuelas del barrio, tampoco se recogen de Jenearatxu y tampoco en los mini-espacios verdes del Puerto, en la parte alta de las calles Nueva y Ribera, junto a la casa 'Argiontzia' hay unos espacios verdes donde ya no hay casi tierra, es todo mierda, y lo mismo pasa en la ladera de la plaza de Pedro Bilbao, parece que como es verde ahí no toca recoger.

A la calle Ribera se le paso manguerazo, que no escoba hace ocho días. La mierda de la foto lleva siete días en la calle Ribera, al cuarto eché harina encima para evitar que sea pisada, ayer noche fue pisada pero ahí sigue Yo no se si las calles de Getxo se limpian solo una vez cada ocho días, me gustaría saber si es así en las calle donde viven los responsables de la limpieza de nuestras calles, supongo que no. El Puerto Viejo es, ahora mismo, clave en la política turística del municipio, salimos en todas las fotos de los anuncios para la promoción de Getxo, pero nuestras calles de momento se limpian una vez cada ocho días, o quizá más, ya os contaré.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En otro mierdero se esta convirtiendo el solar de la bajada de Aretxondo que se va a dedicar al proyecto berpiztu.
Desde que abrieron las escaleras de acceso , diariamente hay unos cuantos dueños que sueltana los perros y claro como creen que no les ve nadie ( los vecinos sui que lo vemos) y aquello es verde, pues para que van a recoger nada.
Pues eso que la gente es una guarra y que la educación brilla por su ausencia

Anónimo dijo...

Pues sí, la gente es muy guarra. En nuestro caso, hay un perro que ha cogido la costumbre de dejar su "regalito" en las escaleras de acceso a nuestra casa. Me pregunto si el/la dueño/a le deja hacer lo mismo en la entrada a su casa.