El primer acto de la segunda jornada consistió en un homenaje a las personas mayores del barrio, Miren (en la foto con Patricia entregando un ramo de flores) y Ángel, y otro a las monjas del Puerto, centenarias ya como vecinas del Puerto Viejo de Algorta y de las que buen recuerdo tienen las personas que pasaron por sus aulas, y en señal también de agradecimiento por el esfuerzo que aún siguen haciendo en favor de los desfavorecidos.
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