Conservar

Todos hemos hecho burradas en nuestras casas, sustituir ventanas, forja, puertas, muros,... unos más grandes y otros más pequeñas, pero da gusto pasear por el Puerto y ver cómo hay vecinos que se han preocupado por recuperar o mantener sus viviendas tal y como eran originalmente. 

Estas dos fotos son de una casa de la calle Ribera, una de esas que han quedado sepultadas por el ladrillazo de los adosados, una de esas que desde hace decenas, cientos de años recibían la luz del sol y disfrutaban de preciosas vistas del Abra y que ahora se han quedado arrinconadas por el monstruo del sinsentido inmobiliario. 

Preciosa puerta con cuarto de apertura extra y estupendo trabajo de forja en otra de las puertas del mismo edificio. Cada vez que paso por ahí hago una pequeña parada de reflexión, miro a un lado y veo la belleza que supone conservar el Puerto y miro al otro y me da vergüenza y pena ese ataque, desde la fuerza del poder y del dinero a los vecinos del Puerto.